Cablemódem wireless

A fines de 1998 la Secom resolvió destinar las bandas de MMDS, el sistema inalámbrico para televisión paga, para brindar también datos, Internet y otros servicios de telecomunicaciones.

A fines de 1998 la Secom resolvió destinar las bandas de MMDS, el sistema inalámbrico para televisión paga, para brindar también datos, Internet y otros servicios de telecomunicaciones. Y abrió el nuevo negocio de cablemódem wireless para los poseedores de estas frecuencias, estratégicamente ubicadas entre las de PCS y las de WLL, que habían sido otorgadas gratuitamente seis años atrás.

Después que se dictó la resolución 2338/98, que amplía el uso de esta banda (2,5 GHz a 2,686 GHz), muchos se preguntaron en manos de quién está el espectro que con la alta penetración del CATV había sido despreciado y ahora tiene un nuevo valor que aún no se llega a estimar.

Reseña. La historia comenzó en 1990, con la resolución 149 que delineó 31 canales de 6 MHz cada uno para el servicio de Circuito Cerrado de TV por Suscripción (CCTVS) y para el Transporte de Programas Multipunto de Televisión (TPMTV). El primero es algo así como el sistema wireless para llegar a los abonados de CATV, y el segundo funciona como un troncal inalámbrico de estas mismas redes.

Ambos servicios se concretan a través del sistema MMDS, el antecedente del LMDS que hoy se utiliza para llegar a los grandes clientes con banda ancha inalámbrica. Por eso, muchos califican al MMDS como el primer paso de la convergencia.

En 1992, durante la primera gestión de Germán Kammerath, se otorgaron estos canales gratuitamente en distintas localidades del interior. Para Buenos Aires y 180 kilómetros a la redonda sólo se dieron seis canales, porque el resto lo ocupaban gran cantidad de los enlaces telefónicos y de datos denominados multicanales que trabajan en la misma banda.

En 1995, la última subasta de la FCC recaudó por el espectro para MMDS a razón de US$ 0,86 por POP de promedio en todo Estados Unidos por cada uno de los canales de 6 MHz. Es decir que en Buenos Aires (todo el AMBA) valdrían algo así como US$ 60 millones esta media docena de sub-bandas similares.

Pero VCC y Cablevisión se repartieron sin costo esrupo de operadores de CATV las del interior del país. Entre ellos, Samuel Liberman se aseguró una importante porción en Córdoba. Lo que aún no se conoce con precisión, después de la fiebre de compraventas de sistemas de cable de 1997 y 1998, es en manos de quién quedaron ahora esos valiosos canales.

Problemas. A pesar de lo atractivo que puede llegar a ser para muchos, este sistema que irradia 30 kilómetros a la redonda, o sea, toda una ciudad, a un costo muy bajo, tiene algunos límites. El más importante, es que no esta previsto un canal de “retorno”, es decir que originalmente es un servicio unidireccional que tendría que completarse, de la misma manera que el cablemódem asimétrico, con un llamado telefónico. Sin embargo, hay algunas técnicas de TDD (división por tiempo) que permitirían “partir” el canal para ida y vuelta, y de hecho ya hay ocho proveedores de cablemódem wireless en esta frecuencia en los EEUU.

Pero más allá de cuestiones técnicas, la traba mayor sería la regulación que impide a los licenciatarios de radiodifusión prestar servicios de telecomunicaciones y viceversa. Por eso la Secretaría estudia la posibilidad de dictar una norma para que los cableros puedan arrendar su sistema a una empresa de telecomunicaciones, que en la práctica no sería más que un disfraz para “puentear” la legislación vigente

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