La recesión en la economía argentina fue el marco de fondo que predominó en los debates sobre la apertura y el ingreso de nuevas tecnologías durante el evento organizado por LatinVenture

Pablo Gerchunoff, profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella, fue el encargado de abrir el fuego en el primer panel, “El despegue argentino en el tercer milenio”, dedicado a analizar la situación económica general del país y su impacto sobre el sector de las tecnologías de la información. Gerchunoff señaló que debido a las características de la recesión que atraviesa el país, una reducción de gastos sin una reducción de impuestos no necesariamente significará una caída en la tasa de interés ni una mejora de las cuentas fiscales.

Para el economista, el problema fiscal se basa en la incertidumbre sobre la posibilidad del estado de pagar sus deudas. El estado debe convencer a los inversores de que no se producirá una cesación de pagos. La prioridad es detener el gasto público pero devolver demanda y competitividad a la economía para que comience a crecer y mostrarse como solvente a pesar del nivel de deuda.

Gustavo Ferraro, Managing Director de Salomon Smith & Barney, se refirió a la influencia del sector de telecomunicaciones en la reactivación de la economía en general. El mercado, aseguró, en términos globales se encuentra en un proceso de reestructuración para recuperar la confianza de los inversores.

Hasta el momento, la estrategia de crecimiento de los grandes players se basaba en la expansión mediante fusiones y hasta 2000 el monto de inversiones superaba en 4 veces al del total de ventas registradas. Ferraro señaló que las nuevas tecnologías como 3G por ahora traen incertidumbre para las inversiones. Según el consultor, las empresas de telecomunicaciones deben invertir en media para crear sinergias.

En el panel “¿Hacia una Argentina Digital?, el secretario de Comunicaciones de la Argentina, Henoch Aguiar, resaltó la necesidad de que una política de telecarantizar la ruta de contenidos sino adaptarse al encadenamiento globalizado a partir de la conectividad internacional con que cuenta el país mediante sus salidas de fibra óptica, y el capital humano formado por un importante sector de la población con altos niveles educativos.

El funcionario señaló que para aportar al mejoramiento de las tecnologías de la información –que aumentarán la competitividad general – se debe apuntar a mejorar las telecomunicaciones, pero también a elevar la formación educativa, acentuar la relación entre empresas y universidades para fomentar la investigación, eliminar la brecha digital para permitir el acceso masivo a las nuevas tecnologías y aumentar la informatización del Estado. Estas cuestiones deben tratarse en un Pacto Digital, para contar con una adecuada legislación provincial y nacional.

Con respecto al ingreso de 3G, Aguiar expresó que la licitación de espectro se realizará este año aunque se prevé que la recaudación rondará los US$ 500 millones en lugar de los US$ 800 millones previstos en la Ley de Presupuesto.

Seguidamente, Marcelo Girotti, presidente de Impsat para la región Sur, se pronunció sobre la necesidad de actualizar y dotar de reglamentación al marco regulatorio que rige la apertura del mercado. Según el ejecutivo, las operadoras sobreactivaron la competencia mediante subsidios a los precios. Además se presentaron problemas de infraestructura, lo que llevó a construir redes por tener dificultades para arrendar capacidad a terceros.

Según Girotti, la situación recesiva permitirá el despegue de servicios de Internet Data Centers (IDC) o Voz sobre protocolo IP (VoIP) para el sector corporativo, a los que se suman el ingreso de nuevos jugadores entre las empresas energéticas que brindarán servicios de valor agregado. Sin embargo, el sector residencial no mejorará si no se dan las condiciones de portabilidad numérica, debido a que no es rentable para los competidores cobrar sólo