El ADSL aún no encuentra el rumbo en la Argentina

La tecnología de acceso de banda ancha a Internet sobre las líneas de cobre, intensamente promocionada luego de tres años de espera, avanzó con cuenta gotas durante el año pasado.

La tecnología de acceso de banda ancha a Internet sobre las líneas de cobre, intensamente promocionada luego de tres años de espera, avanzó con cuenta gotas durante el año pasado.

Entre Telefónica y Telecom instalaron durante el año 2000 sólo 7.600 accesos: 5.000 y 2.600 respectivamente. Sobre estos, los ISP ofrecen el producto a los clientes finales.

A mediados del año pasado, cuando iniciaron el “upgrade” de sus redes, el plan de la empresa española con Alcatel, su proveedor de equipos para ADSL, era sumar 15.000 líneas para lo que restaba del año. Por su parte, Telecom, con equipamiento de Cisco, apuntaba a alcanzar 75.000 pares de cobres con DSL asimétrico en el lapso de un año.

Desde uno de los suministradores de equipamiento analizan que el precio del servicio es alto porque los accionistas de las dos compañías pretenden un rápido retorno sobre la inversión antes que adelantarse a la demanda. Actualmente, la mejor oferta disponible es de $ 99 mensuales, atractiva sólo para los usuarios intensivos del servicio de conexión de acceso telefónico (dial up). Pero los proveedores de tecnología entienden que ese segmento está próximo a descremarse y que habrá que apelar a la inventiva para alcanzar los 100.000 accesos que cada operador pretende para este año.

Hay quienes señalan, incluso dentro de las prestadoras, una estrategia de marketing errada con nombres estrafalarios en inglés que desconciertan y asustan al consumidor.

Desde el área de promoción de Advance (Telefónica) y Telecom Internet sostienen que la lenta evolución de la demanda no está relacionada con los precios estipulados sino con el tiempo de maduración que requiere la inserción de cualquier nuevo soporte en el mercado.

Las estrategias de venta por el momento sólo se centran en las características del ADSL: tarifa plana y servicio siempre online que no ocupa la línea telefónica. Aunque ya se manejan propuestas que sugieren cobrar por la cantidad de veces que se accede a la red o establecermitan ofertas más accesibles.

Sin embargo, existen dos trabas en el negocio. Por un lado, que la tarifa resulta de los cargos que fijan en forma independiente las compañías de telefonía y los ISPs, un esquema que deja poco margen para flexibilizar la oferta aunque multiplica los canales de promoción de la tecnología. Por el otro, la falta de una reglamentación para acceder a las centrales de Telefónica y Telecom que incluya la calidad con que debe ser entregado el cobre impide la entrada de nuevos jugadores con desarrollos propios de ADSL, mejores precios y otras velocidades.

Según algunos de los funcionarios que participan de la comisión gubernamental para el análisis de la desagregación del bucle del abonado formada a principios de año por asesores de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y Defensa de la Competencia, todavía no hay avances significativos para el dictado de una norma. De hecho, algunos de los interesados en entrar al mercado ADSL no creen que exista un reglamento hasta antes del 2002 a pesar de que los plazos que se impuso la Secom indican que deberían arribar a una resolución durante abril de este año.

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