Argentina es el país con más universidades participantes en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), y otros estados miembros comienzan a mirarlo como ejemplo a seguir, afirmó Cristina Bueti, Asesora de la Comisión de Estudio 5: Medio Ambiente y Cambio Climático y de la Comisión de Estudio 20: IoT y sus aplicaciones, incluidas ciudades y comunidades inteligentes, ambas de la UIT-T (la división encargada de normalización). 

No es la primera vez que el organismo internacional reconoce el programa “Las Universidades en la UIT”, promovido por la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC) del gobierno argentino para fomentar la participación de las instituciones académicas en los encuentros de la UIT. Ya en julio pasado el secretario General Houlin Zhao elogió la iniciativa por su carácter innovador.

Pero a la par de la participación, comienzan a darse resultados concretos de liderazgo de ciertas universidades argentinas en temas de discusión de la UIT. La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) organizó a fines de agosto el Simposio Internacional de Residuos Electrónicos, como parte del trabajo de su Facultad de Informática en el Programa de Extensión E-Basura e Informática Verde, que convoca a entregar equipos tecnológicos en desuso para su reciclaje.

La iniciativa cuenta con un Centro de Reacondicionamiento de Computadoras (CRC) con su escuela de oficios asociada: allí se recuperan y ponen en funcionamiento los equipos para instituciones de bien público y sin fines de lucro de Argentina. Gracias a esta actividad, “se logró acercar la tecnología a más de 50.000 niños y jóvenes de 86 Instituciones Educativas (Jardines, Primarias, Secundarias, Especiales y rurales); 104 comedores populares y otros; 5 bibliotecas; 5 museos; 17 alumnos universitarios (para uso en robótica y arte) y 9 otras instituciones (Arte e Investigación)”, detalló Viviana Ambrosi, Directora de la iniciativa, a Convergencialatina.

Sobre la participación en “Las Universidades en la UIT, Ambrosi destacó: “Los beneficios son mutuos y amplios. La UIT-T por ejemplo realiza normas, conocidas como Recomendaciones, que son fundamentales para el funcionamiento de las actuales redes de TIC. Poder tener acceso a ellos es fundamental tanto para la investigación como para la formación profesional de los alumnos y docentes. Permite estar al tanto de las tendencias y debates a nivel global; y ser parte activa en el desarrollo de los estándares, participar de reuniones y conferencias internacionales. Da una mayor interacción entre las Instituciones Académicas y de Investigación, el Gobierno y la Industria, y además posibilita una integración de las diversas carreras de las Universidades al Proyecto”.

Asimismo, Cristina Bueti invita a todas la Universidades que estén trabajando en temas sobre el Internet de las Cosas (IoT) y Ciudades Inteligentes y Sostenibles a participar de los trabajos de la nueva Comisión de Estudio 20 del UIT-T: “IoT y sus aplicaciones, incluidas ciudades y comunidades inteligentes".

Radiaciones no ionizantes y apps en la nube para aviación

Otras universidades consideradas caso de éxito dentro de su participación a nivel de UIT son la Universidad Nacional de San Luis y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). La entidad puntana encabeza el trabajo con una norma técnica sobre radiaciones no ionizantes, en desarrollo dentro de la Comisión de Estudio 5 de la UIT-T. Se espera que esta norma quede aprobada en octubre de este año durante la reunión de esta Comisión de Estudio en Ginebra.

Y la UTN fue asignada como líder en la última reunión del Grupo Temático sobre “Aplicaciones Aeronáuticas de la Computación en Nube para la Supervisión de Datos de Vuelo” ("Focus Group on Aviation Applications of Cloud Computing for Flight Data Monitoring" (FG AC)), llevada a cabo del 18 al 20 de agosto en California. Dentro de la Facultad Regional San Nicolás de esta entidad, se creó el Grupo de Investigación de Comunicaciones (GICom), dedicado en particular a investigaciones para la UIT sobre seguimiento mundial de vuelos, tema que pasó a estar en foco dentro del organismo de Naciones Unidas luego del accidente de Malaysia Airlines de 2014.

El proyecto “Monitoreo Global en Tiempo Real de Datos de Vuelo” del GICcom, iniciado en julio pasado, analizará los sistemas de comunicaciones necesarios (enlaces entre las aeronaves y los sistemas terrestres, computación en la nube y en la niebla, sistemas aviónicos, de telemetría, sistemas embebidos, etc.) para mejorar el conocimiento, desde la tierra, de la situación de los vuelos de aviación civil.