Operadores y proveedores de telefonía móvil reclaman eliminar los topes del espectro
Actualmente la CNC tiene disponibles 37,5 MHz para ser subastados. También hay espectro libre en las bandas de 1,7 GHz- 2,1 GHz y en la de 2,6 GHz.
La necesidad de espectro de los operadores móviles deriva en el cuestionamiento de los principios de asignación de este recurso que ya no deben estar limitados por topes si se quieren impulsar modelos de negocios que alienten inversiones, especialmente en investigación y desarrollo, dicen las empresas.
Fue una de las conclusiones del Workshop de Espectro durante el Congreso Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que se realiza en La Rural, Buenos Aires, donde expusieron Ricardo Terán, asesor de la Secretaría de Comunicaciones; Eduardo Gimenez, director del área de Relaciones Institucionales Empresarias, Académicas y Responsabilidad Corporativa de Telefónica, y Cristian Martínez, director de Relaciones Corporativas de Ericsson.
“Hoy, la CNC (Comisión Nacional de Comunicaciones) tiene 37,5 MHz disponibles para subastar rápidamente y permitirá complementar las redes existentes. Acá la limitante importante es el Spectrum Cap (tope de frecuencia), la imposibilidad de tener más de 50 MHz para operar cuando tenemos suficientes bandas para aprovechar”, sostuvo Gimenez de Telefónica, el único operador de telefonía móvil de la Argentina que posee el máximo de 50 MHz y no puede acceder a más porque la regulación lo impide pese a que en varias oportunidades ha manifestado su interés por contar con más bandas.
“Hay países que han eliminado los topes. Hay que seguir esas tendencias para impulsar el crecimiento de los servicios”, añadió Gimenez. Recordó que Argentina tiene banda disponible en 1,7 GHz-2,1 GHz, sin olvidar el espectro de 2,6 GHz (para LTE) que permitirían sumar 200 MHz más. Indicó que, ante la mayor demanda de servicios, los clientes quieren más prestaciones y eso provoca una fuerte demanda de ancho de banda.
Cristian Martínez, de Ericsson, enfatizó que se necesita un espectro armonizado porque a veces se asignan frecuencias para usos que no han sido recomendados, lo cual está complicando el mercado. Por eso, manifestó que “es necesario adaptar los estándares internacionales para generar economías de escala” en los países de la región.
Recomendó que “el espectro tiene que estar razonablemente distribuido porque cuando la atribución de las bandas es inadecuada se pierde mucho y no se puede usar”. Apuntó que es necesario que los reguladores de Sudamérica comiencen a analizar que plan de asignación usará, si el de los Estados Unidos, que apunta a tener bloques separados, chicos, distintos, o el de Asia/Pacífico, más lógico, con bandas variadas, más atractivas para el operador”. Propuso analizar “qué hacer con la banda de 900 MHz, si la de 2,3 GHz podría estar disponible para LTE o no, y qué se hará con la de 2,6 GHz”, a la que consideró “esencial”.
Ricardo Terán, en tanto, indicó que la mayor demanda de espectro “provocará que en poco tiempo se consuma la mayor porción de espectro y que, por esa razón, el acceso a la banda ancha generará serios problemas frente a la demanda de espectro con objetivos comerciales”.
Destacó el asesor de la SECOM el esfuerzo en investigación y desarrollo para que las redes sean manejadas remotamente o que se aplique inteligencia en las antenas para optimizar las redes, la conclusión de este fenómeno es que la evolución tecnológica y los nuevos modelos de negocios llevan a cuestionar los principios de asignación del espectro”, dijo. Propuso estudiar los sistemas de asignación en cada caso para determinar cuál será el modelo de negocio más apropiado en cada momento, sea que se trate de una subasta o de un concurso o de otra metodología de asignación de este recurso.