El Consejo Director de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó un plan destinado a la regularización del mercado de banda ancha a los efectos de terminar con la competencia desleal.

Una de las principales medidas adoptadas fue suspender el dispositivo regulatorio que eximía del pedido de licencia a los operadores que tenían menos de 5.000 abonados. A partir de ahora, esos operadores tienen un plazo de 120 días para obtener la autorización para explotar servicios de interés colectivo.

Asimismo, en ese mismo plazo, los ISPs deberán informar datos actualizados de abonados y también de estaciones destinadas a la explotación de servicios de telecomunicaciones.