CHILE
Araya dijo que la regulación actual es un "tope" para la sustentabilidad de los operadores.
El subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, participó del Seminario "Competencia y Conectividad: Regulando el Futuro de las Telecomunicaciones", donde se analizó, entre otros temas, cómo sostener la inversión y la competitividad del mercado de telecomunicaciones en un escenario de alta demanda, márgenes ajustados y fuerte presión regulatoria.
Durante la jornada, las intervenciones de Claudio Araya, Pau Castells, jefe de análisis económico de GSMA Intelligence, y de Miguel de la Mano, economista de RBB Economics, delinearon un diagnóstico común: la expansión del acceso y la competencia, que en la última década impulsaron el desarrollo digital chileno, deben ahora dar paso a una regulación que asegure estabilidad e inversión de largo plazo.
"Chile está en el lugar número dos a nivel global en velocidad de Internet fija, pero no estamos bien en cuanto a sostenibilidad financiera. Tenemos un problema de sostenibilidad en la industria móvil", dijo el subsecretario.
Según Araya, el régimen regulatorio que permitió abrir el mercado y masificar la conectividad cumplió su ciclo. "Nuestro régimen de telecomunicaciones nos permitió llegar hasta aquí, pero hoy se está convirtiendo en una piedra de tope para el desarrollo posterior", dijo.
Castells y De la Mano coincidieron en que la presión por mantener tarifas bajas y multiplicar actores en el mercado puede socavar la inversión.
Consultado sobre la salida de Telefónica, Araya dijo que con estos cambios en la industria "se abre una conversación que es necesaria dar en el país, que genera mucho susto normalmente, porque la percepción generalizada es que si se produce una concentración de mercado, van a subir los precios".
En ese sentido, mencionó que la pregunta está en cómo atraer inversión al país si es que los retornos son bajos. Sobre esto, dijo que "lo que nosotros miramos es si los retornos de inversión para cuatro actores móviles, o para tres actores móviles son atractivos, y si frente a eso tendríamos o no estas presiones de alza de precios. Y lo que vemos es que nuestro óptimo parece estar entre tres y cuatro operadores, por lo tanto, con tres están un poco mejor las empresas, con cuatro están un poco mejor los ciudadanos, y estamos ahí en ese límite".