IA Prometea implementa pilotos en más de 60 organismos
El Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA IALAB) y el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) prueban a Prometea en más de 60 organismos.
La plataforma fue creada por profesionales del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA IALAB) y el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, se aplica en la justicia y la administración pública para garantizar transparencia y explicabilidad a las predicciones de GenAI.
Tanto la predicción -habilidad basada en algoritmos inteligentes que consiste en descubrir patrones de comportamiento que se traducen en predicciones-, como la automatización -habilidad de optimizar o simplificar tareas previsibles, mecánicas, estandarizadas o rutinarias que se utilizan en IA-, son la base del funcionamiento de Prometea.
Encara estas tareas en cuatro fases. En primer lugar, requiere usar los grandes modelos de lenguaje con mayor tasa de acierto (ChatGPT, Copilot, por ejemplo) para extraer patrones de casos que se reiteran (casos de uso posibles son los pedidos de proveedores o correos electrónicos). Luego, el usuario "cura" esos patrones de los documentos en función de subgrupos de decisiones que adopta en función de cada uno. En tercer lugar, se "ancla" al modelo usando patrones que se agrupan en función de los modelos o templates de respuestas. Y finalmente, se ejecutan con prompts optimizados, catálogo de patrones y modelos que pueden ser introducidos en GPTs, agentes o bien en el formato tradicional de prompting humano. Logrando que ChatGPT, Claude o Copilot adapten modelos de 10 páginas o más, sin ningún error.
Entre las experiencias con la metodología de UBA IALAB, se probó la elaboración de borradores de dictámenes en la Fiscalía General Adjunta de CABA, entre abril y agosto de 2024: sobre la base de 100 expedientes analizados, con un total de 600 pruebas ejecutadas, hubo una reducción de tiempo, pasando de 1 hora a 10 minutos.
También se testeó la elaboración de un borrador de voto de una sentencia en la Cámara de Apelaciones de CABA de la Sala IV, de junio a octubre de 2024: sobre 30 expedientes analizados, en un total de 50 pruebas ejecutadas, con un planteo de diferentes agravios como eje temático, hubo una reducción de 1 hora a 5 minutos.
Se aplicó a su vez en la elaboración de resoluciones del Consejo de Estado de Bogotá, durante agosto de 2024: una decena de expedientes fueron analizados, con un total de 15 pruebas ejecutadas, y se logró bajar el tiempo, de un día a 15 minutos.