Las complicaciones para el acceso a divisas y las trabas a la importación de equipos para la expansión de la fibra persisten en el comienzo del segundo semestre de 2023, como efecto de arrastre de las medidas fijadas el año pasado, especialmente a partir de octubre.

Existen ISPs imposibilitados de seguir instalando y activando usuarios, como pudo comprobar Convergencia, en tanto que otros acatan el consejo de los vendors, de planificar a seis meses, y aceptar diseñar las nuevas redes con “lo que hay”, por sobre lo deseado.

Lo cierto es que las tandas de aprobación de formularios SIRA (sistema de control de importaciones) son fluctuantes, verdaderas “rachas” impredecibles. Tomás Di Lena, gerente de Compras y Logística en Naxos, confirmó la frecuencia irregular de aprobaciones. Entre las tácticas aplicadas en esta coyuntura, la firma alcanzó acuerdos con proveedores locales y del exterior para adecuarse a las medidas vigentes, y amplió la compra a proveedores locales que ahora le suplen de materiales antes adquiridos fuera del país.

Desde Wire Tech coinciden en que los avales a las SIRAs se dan de modo fluctuante. Impacta en la evolución tecnológica: por ejemplo, si bien se sabe en la industria que XGS-PON (o 10 Gigabits Pon simétrico) “es lo que se viene”, actualmente resulta inaccesible, con costos de una ONU a US$ 80.

Entre los ISP afectados, ISP Junín - Grupo Servicios debió frenar la ampliación de su red FTTH por las dificultades para acceder a equipos. Juan Aparicio, representante de la firma, relató: “Vinimos bien hasta abril del 2023. Lográbamos desplegar 10.000 metros de fibra mensuales, pero vimos un aumento de equipamiento de última milla, de ONUs, de 100% de una semana a otra. Estamos buscando alternativas. Se paró el despliegue, aunque sí instalamos nuevos abonados. Pero ya no podemos bonificar la instalación”. ISP Junín cuenta con 12.000 accesos de banda ancha, divididos en partes iguales entre FTTH y Wireless.

Geo Sistemas, de Mendoza, lleva más de diez meses sin concretar instalaciones por la coyuntura actual. Debido a la falta de equipos, sólo mantiene su base de 5.000 abonados, entre Wireless y fibra. Esta restricción derivó en la reducción de su personal, de 20 a cuatro personas, lo que además afectó el nivel de atención al cliente, según admitió Andrés Cordero, referente del ISP.

La fórmula para mantener el ritmo de despliegue y crecimiento parece estar en la compra de stock. Abi Klincovitzky, socio y gerente Comercial de Communication Partner, recomienda para encarar obras una compra para seis meses, práctica que antes caracterizaba a los grandes operadores, y hoy se trasladó a los de menor tamaño.

Alejandro Quiroga, director de Asuntos regulatorios e Institucionales de Claro Argentina, Uruguay y Paraguay, reconoció dificultades en las importaciones: SIRAs que no fueron aprobadas, problemas con los pagos de las señales de televisión y servicios de roaming. "Todo es parte del contexto. No nos quejamos, son cuestiones descriptivas. Tenemos un cuello de botella importante", afirmó el ejecutivo en diálogo con este medio.