Internet satelital: los negocios sobre banda KA comienzan a inclinar la balanza a su favor

Los proveedores de Internet satelital pyme de la Argentina, así como las cooperativas que optan por este tipo de conectividad, observan panoramas distintos tras la devaluación de los últimos meses, de acuerdo al eslabón que ocupan en la cadena del negocio. Pero hay un punto de coincidencia: Ka ya empieza a mostrar su conveniencia para servicios de Internet por sobre Ku, en términos de costo-eficiencia.

Aún cuando la disponibilidad de haces de Ka en la Argentina es reducida, y como reclaman desde el sector de proveedores de servicios satelitales, el país “llegó a tarde a Ka”.

Orbith plantea un escenario ambicioso, ya sea como proveedor mayorista o como prestador de servicios de Internet a usuarios finales. En su primer rol –bajo un modelo de negocios de marca blanca- acrecentó su pisada en el último año: pasó de 15 ISPs a 28 (21 residenciales y 7 corporativos). En su oferta a clientes finales, cuenta con 4.000 suscriptores, tras un octubre récord en adicionales (unas 500), y prevé finalizar 2019 con 5.000, superando su plan de negocios original.

La compañía utiliza 900 Mhz en banda Ka en el satélite Amazonas 3 de Hispasat, sobre la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de Entre Ríos. Proyecta en un plazo de 12 a 18 meses, estar utilizando toda la capacidad contratada. Pablo Mosiul, gerente General de Orbith, confió que desde hace un año trabajan en un plan de ampliación de capacidad, pero la coyuntura económica del país viene retrasando su concreción.

La disponibilidad de satélites HTS con capacidad en banda Ka es lo que permitió mayor eficiencia en costos para modelos de Internet satelital. Traducido de cara al usuario, implica planes de US$ 40 mensuales, frente a otros sobre banda Ku (utilizada para DTH y nichos específicos como mineras, agronegocios, petroleras), que pueden llegar a los US$ 300.

Entre las compañías que revenden capacidad de Orbith, la volatilidad del dólar ubica al segmento corporativo como la senda de crecimiento, mientras que el residencial pierde terreno. Nahuel Mota Cabanillas, CEO de Advantun (opera en áreas de la provincia de Buenos Aires y en zona norte del conurbano, especialmente Tigre y San Fernando), traza una clara diferencia entre uno y otro destinatario. De sus 20 clientes con tecnología satelital, los corporativos suelen optar por ella como conexión redundante y está acostumbrado a contratar a valor dólar. La reciente devaluación complicó el escenario para el sector residencial, y desde la firma prevén un 2020 con merma de clientes, más que nada en zonas donde existan alternativas de redes cableadas o fibra.

La Cooperativa Eléctrica de Monte presta Internet satelital a usuarios rurales –una veintena-, y reconoce que el precio del servicio es una dificultad en el ámbito residencial. Al fin y al cabo, el valor mensual se asemeja al de un tanque lleno de una Toyota Hilux ($2.300, cifra válida a septiembre de 2019), la unidad más vendida en el campo durante 2018. Los costos de instalación también se presentan a ojos de potenciales clientes como barrera de entrada: rondan los US$ 50,12, frente a US$ 2,50 de la fibra.

La oportunidad del backhaul

La banda KA también tiene potencial para servicios backhaul, pero la escasa disponibilidad de este tipo de capacidad en Argentina no permite aprovecharlo. Para Mosiul, en ciertos casos, por la ubicación de sitios móviles, podría ser más rentable y conveniente conectarlos sobre banda Ka que por fibra, si el volumen de tráfico mensual no supera un determinado umbral, mediante un modelo de Opex.

Otra compañía que reconoce esta escasez es Tesacom, que ofrece servicios corporativos en banda Ka en Argentina (incluida Vaca Muerta) y Chile a través de su infraestructura montada en el gateway de Hispasat de Lima. Su CEO, Viviana Fonseca, destacó a Convergencialatina que lo que atrasó el desarrollo de Ka en el país fueron los derechos de aterrizaje: Hispasat demoró cuatro años la utilización de su spot beam dedicado, hasta que accedió a los “landing rights”. Tesacom tiene en Vaca Muerta dos clientes de IoT, que brindan servicios a las petroleras, destinados al manejo de transformadores móviles. 

Arsat, cuestionada por su incursión en la Cordillera

Varias cooperativas y pymes ISP consultadas por Convergencialatina para este documento cuestionaron el proyecto de Arsat para llevar Internet satelital a 5.000 domicilios en la zona cordillerana. La estatal recibió US$ 4 millones para llevarlo a cabo (a razón de US$ 835 por casa) y planea realizar entre 200 y 240 instalaciones mensuales. Fuentes del sector afirman que Arsat ya está prestando servicios en el área, con lo que se convierte en un competidor inesperado para los pequeños y medianos proveedores, con una prestación subsidiada por el Estado con dinero del Fondo del Servicio Universal.

Los cuestionamientos no terminan allí. La instalación y puesta en marcha del servicio se asignó de forma directa, sin licitación pública, a Hughes, que puede prestar al servicio gracias a la capacidad alojada en el satélite Telstar-19 Vantage de Telesat. Fuentes de Arsat aseguran que las antenas para recibir la señal también las provee Hughes.

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