El regulador intervenido tuvo un perfil y una razón de ser en su “primer tiempo”, como definió el propio Enacom a los 180 días iniciales, y transmutó hacia una nueva piel de camaleón para la segunda fase, fechada hasta el 7 de julio de 2025. Esta metamorfosis debe entenderse en el marco del recálculo del Gobierno a partir de la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete y la consolidación de la figura del asesor presidencial Santiago Caputo en la gestión del presidente Javier Milei.

Si se toma como bisagra la salida de Posse producida a fines de mayo, hay un “antes” con un Enacom de tres interventores y una Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología liderada por Alejandro Cosentino. En esa estructura, a la cabeza de Enacom y junto a Juan Manuel Ozores -cercano a Caputo-, las figuras de Patricia Roldán y Alejandro Pereyra aportaban perfiles técnicos y con experiencia jurídica en el sector TIC.

En el mismo tenor, debajo de Cosentino, Héctor Huici había sido designado para la Subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad. A lo largo de los primeros cinco meses de 2024, Cosentino, Ozores, Pereyra y Huici tuvieron su presentación en sociedad, adelantaron sus visiones y ejes de acción públicamente, planteando líneas de acción y contrastes con la gestión predecesora, como recogió Convergencia Telemática en su edición Nº 342 de junio último.

El “después” mostró dos meses –junio y julio–, de desintegración de esas estructuras: la supervivencia fue tan solo para la figura de Ozores, hoy centralizando las decisiones y con el reemplazante de Cosentino, Darío Genua, como interlocutor directo con Caputo. El receso invernal fue ocasión para dar a conocer los resultados del primer tiempo de la intervención en voz únicamente de Ozores y con el adelanto de unas semanas antes del propio Pereyra sobre su alejamiento de la función pública.

A la par, en las semanas de vacaciones escolares quedó desdibujada la Subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad (otrora encabezada por Huici), al fusionarse con la de TI (Germán Vigne) y bajo una nueva identidad como “Subsecretaría de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones” (Decreto 644/2024).

Este último escalafón del organigrama de Jefatura de Gabinete se mantuvo acéfalo hasta el 21 de agosto ultimo, cuando fue designado César Gazzo Huck. Quien fuera subsecretario de Gobierno Abierto y País Digital en la Secretaría de Innovación Pública de Micaela Sánchez Malcolm, se hace entonces cargo de la cartera: de todas maneras, continuaría con responsabilidades de Puntos Digitales y prácticas de gobierno abierto, con lo que la política pública de telecomunicaciones se centralizaría en Ozores.

Esta imagen no hace más que recordar a la “quintita” que quedó al resguardo de Sánchez Malcolm en el último trecho del gobierno de Alberto Fernández, cuando Claudio Ambrosini al frente de Enacom -y en línea directa con Sergio Massa- aunó el poder de decisión sobre las TIC y Sánchez Malcolm restó injerencia.

Mientras tanto, el destino de Huici se definió a inicios de agosto, con su designación como Subsecretario de Desregulación, en el ministerio de Desregulación y Simplificación del estado de Sturzenegger (Decreto 707/2024).

Como resumió Ozores en dialogo con Convergencia, los primeros 180 días implicaron “una etapa de shock”: “Fueron sumamente intensos, con muchísimos frentes abiertos: temas de estructura, regulatorios, un volumen de trámites pendientes y cuestiones operativas del regulador que hacía años no se sacaban”.

Para el segundo semestre, ya como líder único del regulador, el interventor con rango de secretario (según estipula el Decreto 675/24 de prórroga del proceso) anticipó la presentación de una hoja de ruta con una “primera tanda de proyectos que vamos a elevar” y deslizó que “hay un plan de volver al Directorio, pero en esta etapa no estamos en esa discusión”.