Las fábricas de celulares en la antesala de un nuevo año con caída récord
La industria de teléfonos móviles radicada en Tierra del Fuego se prepara para un año que será histórico por lo malo. En 2019 fabricaron 7 millones de equipos, la producción más baja desde que existe el régimen de promoción industrial en esa provincia. Este año comenzó con expectativas renovadas tras el cambio de gobierno pero en marzo irrumpió la pandemia de Covid-19 con final incierto.
El presidente de la Asociación de Fábricas de Terminales de Electrónica (Afarte), Federico Hellemeyer, no se animó a proyectar un número para 2020 pero reconoció que las empresas esperan finalizar el año en un nivel “mucho menor” que el del anterior. En pocas palabras, este año se volvería a romper el récord negativo y por amplio margen. Como aseguró a Convergencia, tras el último rebrote de coronavirus que paró a las fábricas de Río Grande el 31 de julio por 24 días, se guardaron todos los pronósticos. La producción volvió a funcionar en la última semana de agosto con protocolos estrictos: “Hoy la situación es muy limitada y no hay manera de proyectar números”, se resignó el empresario.
Para el olvido. Para las empresas de electrónica que ensamblan los teléfonos móviles en la provincia más austral el cuadro de la crisis fue complejo de entrada. Como China había comenzado su cuarentena dos meses, en Argentina la falta de insumos se hizo sentir previamente a la cuarentena. El 18 de marzo, como el resto de la industria, cerraron hasta mediados de mayo y a partir de esa fecha volvieron a producir pero con protocolos que modificaron los procesos de fabricación.
El presidente de Afarte remarcó que las fábricas estuvieron paradas 84 días en total: 60 entre marzo y mayo y otros 24 días en agosto. “Hoy la situación es muy limitada porque producimos menos que antes de la pandemia y no hay manera de saber de cuánto va a ser la producción a fin de año. Lo único seguro es que va a ser mucho menor que la de 2019”, orientó.
Mercado acorde. Los mismos factores complejizan las ventas. Al promediar el año, antes del rebrote de agosto, el director Comercial de Alcatel, Martín Cricco, señaló que la demanda cayó, pero la oferta también lo hizo, debido a los problemas de comercio internacional por lo que “no está claro si la gente compra más o menos”. Para entonces la empresa preveía que su horizonte de 700.000 unidades vendidas previo a la pandemia era inalcanzable y se conformaba con superar a fin de año la barrera de las 500.000.
Después de la crisis de contagios de Río Grande, Motorola reconoció que el sector tiene stock “muy bajo” y que se venderá en la medida en que se pueda producir.
Cambios en ventas de celulares por gamas. En cuando a la composición del mercado argentino, los equipos de telefonía celular de gama alta que para fines de 2019 absorbían el 5% del total en la primera mitad del año lograron alcanzar el 10% del mercado. En forma simultánea, los equipos de gama baja bajaron del 42% de la torta en 2019 al 19% entre enero y junio de 2020, destacó Afarte.