Las trasnacionales insisten en vender música online en el país con empresas remotas
La tendencia aún no se masifica. Empresas como Blackberry o Spotify lanzaron en Argentina estos servicios, pero se caracterizan por no tener centros de datos ni hosting local, ni oficinas de reclamos.
De a poco empiezan a probar suerte otros tipos de servicios extranjeros en el país relacionados con el streaming pago, un camino que abrió Netflix en 2011. Si bien es una tendencia que aún no se masifica, como ocurre en los Estados Unidos, las empresas creen que las condiciones se van a ir dando para que el contenido digital crezca, de la mano de la mejora de las redes y la reducción de los costos.
Rodrigo Decono, digital Manager de Cono Sur de Universal Music, sostiene que hace varios años que la industria de la música está en una etapa de crisis pero que en 2012 creció a nivel mundial debido a la tecnología: “La música digital ayuda a recuperar el mercado que habíamos perdido. Por ejemplo, en Europa la venta digital ya es tres veces superior que la física”. El ejecutivo sostiene que en Argentina todavía tienen “el desafío de hacer más amigable la compra de música digital, aunque en el último año aumentó un 40% interanual”.
Fonola sueca. El concepto de música digital beneficiaría a diferentes miembros en su cadena, desde el músico al que se le agilizan los tiempos ya que no necesita sacar el disco físico, hasta las discográficas, pasando por las compañías desarrolladoras de la plataforma. En el último tiempo empresas como Blackberry o Spotify lanzaron en Argentina distintos servicios de este tipo, pero que se caracterizan por no tener centros de datos ni hosting local, ni oficinas de reclamos.
Spotify, la plataforma sueca de música vía streaming, arribó al país después de varios meses de retraso, ya que los rumores de su llegada comenzaron en 2012. Los ejecutivos justificaron la demora en los acuerdos con las discográficas que tuvieron que hacer para que Spotify sea “100% legal”. A pesar de eso, el 80% de la biblioteca musical de la filial argentina es la misma que la europea o estadounidense.
Ofrece un catálogo de más de 20 millones de canciones en dos modalidades: la gratuita, con ciertas limitaciones temporales, la Premium, que con un abono de US$ 5,59 por mes permite escuchar ilimitadamente las canciones y hasta descargar en calidad digital.
“La inversión que hicimos no es mucha, es sólo para promocionarlo comercialmente, todo lo que es publicidad, pero por lo pronto no instalaremos datacenters u oficinas”, sinceró a Convergencialatina Bahigh Acuna, líder de los proyectos para América latina. Además, aclaró que en el país no se van a hostear las más de 20 millones de canciones ya que “todo va estar en sus centros de datos de Estocolmo”.
Spotify –además-- no admite bandas que no tengan un contrato o acuerdo con una discográfica, según confirmó Bahigh. Para que estén deberán asociarse a servicios agregadores como CDBaby, Record Union, Ditto Music y Zimbalam, que se encargan de distribuir contenido en distintas plataformas online.
Desde la compañía confirman que el 70% de sus ingresos se destinan para las regalías de los artistas y la adquisición de licencias para el catálogo. Pero hay una letra chica que los ejecutivos no aclaran: los precios de los abonos están expresados en pesos, pero la facturación con tarjeta de crédito es en dólares (por lo que deberá sumarse el 35% de percepción que la Administradora Federal de Ingresos Públicos –AFIP- argentina cobra sobre las compras con tarjeta de crédito en el exterior).
Vitrola canadiense. A pesar de las negociaciones de venta de BlackBerry, la filial local presentó a principios de octubre su tienda de música, a la que sólo podrán acceder los que cuenten con un dispositivo de la empresa. Además, sus precios --que reafirmaron sus ejecutivos que son en pesos y sin truco--, son más elevados que los de Spotify: se pueden descargar un solo tema al equivalente en moneda local de US$ 0,93, o un disco a US$ 9,16, todos también abonados con tarjeta de crédito.
Para lograr el desembarco de la aplicación, Blackberry contrató a 7Digital, quien se encargó de hacer todos los contratos con las discográficas del país para que en su catálogo haya artistas nacionales, aunque siguen siendo la minoría de lo disponible. La distribución de la facturación es un 30% para Blackberry y el resto para las discográficas o autores.
“Blackberry no cuenta con centros de datos en el país, la verdad no sé en qué parte del mundo está hosteada la música, pero no está aquí. La aplicación es parte de la tienda Blackberry World, donde se encuentran todas las aplicaciones exclusivas para nuestra marca”, confesó a Convergencialatina Matías De la Cruz, gerente de Alianzas en Argentina.
Los nuevos servicios Spotify y BlackBerry Música se unen a los ya existentes como iTunes, Grooveshark, Personal Música, Sonora, Deezer y Taringa Música.