Detrás de los telones de la audiencia pública sobre TV digital realizada el 22 de septiembre hubo varios "pataleos" por lo que se viene "cocinando" en la Secom, el Comfer y el Congreso: los proveedores de telecomunicaciones protestaron por el espectro asignado al futuro servicio, los actuales radiodifusores temblaron con la propuesta de diputados de concursar nuevas licencias, y algunos grupos provinciales dejaron ver su interés por ingresar a la televisión en Buenos Aires. Todo ello, regado con la pelea entre la norma norteamericana y la europea, que esconde en realidad una disputa hegemónica entre Argentina y Brasil por liderar este mercado.

La resolución 433/98 de la Secom asignó la banda de 470 a 512 MHz, ocupada hoy por servicios de trunking, entre otros, a los futuros canales 14 a 20 de TV digital terrestre. Los proveedores de radiocomunicaciones pusieron el grito en el cielo, a pesar de que la CNC estaba trasladando la recomendación de la UIT, que destina esa banda para radiodifusión.

Las protestas se hicieron sentir y consiguieron una resolución que la Secom está a punto de firmar otorgando carácter primario en esa frecuencia a los servicios de radiocomunicaciones.

La segunda polémica se plateó por el otorgamiento de canales experimentales "adyacentes" a los actuales licenciatarios de TV. Así, el Canal 9 recibió gratuitamente el canal 8, Telefé el 10 y Canal 13 el 12, que utilizaron para pruebas piloto durante Caper’98 en la Rural. Los asesores de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados cuestionaron el "derecho natural" de estas empresas para apropiarse de las frecuencias.

Licitaciones. Mientras se hacían los "demos" en Caper, los asesores parlamentarios se preguntaban "¿con qué licencia están probando el servicio de TV digital?". El presidente de la Comisión de Diputados, Oscar González hizo correr frío por la espalda de los radiodifusores presentes en la Audiencia Pública cuando planteó la posibilidad de concursar licencias para el nueagan pagar por lo que consideran propio.

Hay operadores del interior, como el Grupo Uno, que estarían interesados en un canal de TV abierta en Buenos Aires y sus lobbistas ya lo hicieron saber en el parlamento. También hay grupos internacionales, como Televisa, que siempre quisieron poner un pie en la Argentina.

Los técnicos de la CNC aseguran que hay canales para todos, siempre que acepten del 14 para arriba, en lo que hoy es UHF (aunque para la TV digital no existe la división entre VHF y UHF). Lo mismo tendría que aceptar América TV, ya que sus adyacentes, el 3, 4 y 5, tienen problemas con emisoras uruguayas.

Puesto de ese modo el problema de licitar nuevas frecuencias, o las adyacentes a los actuales canales, es netamente político, y difícilmente se resuelva antes del próximo cambio de Gobierno Nacional.

En cuanto a la norma, casi todo el sector coincide en adoptar la estadounidense ASTC frente a la europea DVB. El único problema es que debería compatibilizarse con Brasil, y este país tiene escasez de espectro para utilizar el sistema americano. Los reguladores brasileños están pidiendo paciencia a sus pares argentinos porque "no hay ningún apuro en definirse".

Los funcionarios argentinos están convencidos de que quien defina primero la norma liderará las inversiones para el mercado regional. Creen que finalmente Brasil, como la Argentina, se decidirá por el ASTC y vislumbran que esta es una gran oportunidad para acelerar la elección y sacarle ventaja al coloso vecino.