Confusión y desprolijidad. Esas son las sensaciones que recogió Convergencia en conversaciones con actores de la industria, tras el "regalo" de Reyes del Decreto 6/2025 del Poder Ejecutivo. Tras varios meses de promesas de una revisión del Fondo Fiduciario del Servicio Universal (FFSU), a lo largo de 2024, el Gobierno dispuso su disolución el 6 de enero mediante la normativa mencionada, y días después el Enacom debió salir a reafirmar que los licenciatarios debían continuar efectivizando su aporte, tal como lo venían haciendo (Resolución 3/2025 del ente regulador).

En esos siete días, entre el 6 y el 15 de enero, reinaron la incertidumbre y los interrogantes. El reaseguro de que -aun con la disolución-, el aporte se mantenía sin alteraciones, abrió otra etapa de la incertidumbre. Y quedaron preguntas sin respuesta, que el Enacom promete resolver, sin tiempos precisos: ¿Qué organismo dispone del dinero aportado? ¿Para qué se seguirá aportando?

Estas preguntas son permanentes, entre otras más ligadas a la "letra chica" de la hermenéutica jurídica. Si bien no hay precisiones oficiales desde el regulador ni el Ministerio de Economía, hay quienes aseguran que lo que ya está en el FFSU irá al Tesoro, y que resta por definirse una nueva cuenta en la que efectuar los depósitos. Para Franco Cecchini, titular de la Cámara Argentina de Telefonía IP y Comunicaciones Convergentes (Catip), "el Gobierno ha dado una resolución muy contundente, que es que hay que seguir pagándolo. También está claro que el fondo fiduciario no existe más. Donde aportábamos, no existe más. Pero tenemos la obligación de aportar: no sabemos quién lo administra y para qué". Otros consultados por este medio se confesaron sorprendidos por la medida de disolución, ya que en 2024 se había mencionado en reiteradas ocasiones una revisión o modificación del FFSU.

Posición oficial. Fuentes de Enacom ratificaron a Convergencia que "la política pública de Servicio Universal permanece vigente". El mecanismo no se modifica, "hasta que el Ministerio de Economía y Enacom establezcan cuál será el nuevo procedimiento, que se anunciará en breve", aclararon. Ese procedimiento en ciernes, a través del cual se harán los aportes, apunta a lograr mayor eficiencia y control, sumaron desde el organismo.

Interpretaciones. En términos jurídicos, el primer decreto -6/2025- dio lugar a diferentes interpretaciones acerca de la continuidad del aporte por parte de los licenciatarios. La nueva norma solo disuelve el fondo y deroga el artículo 21 de la Ley N° 27.078 - Argentina Digital, que justamente crea el FFSU. En su parte resolutiva, nada dice de los aportes.

Tomando en cuenta el inciso c) del artículo 5 de la Ley 27.742 - Ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, al disolverse el fondo en el caso de que éste esté constituido por aportes que no son del Estado, "la asignación como los aportes o recargos obligatorios se considerarán eliminados". Más allá de que en los considerandos se deje en claro la intención de continuar con el aporte, una interpretación sostiene que al no existir el fondo no hay obligación alguna de realizar el mismo. Al no explicitarlo en su parte resolutiva, se toma en cuenta lo establecido por la mencionada ley.

El otro punto de vista sostiene que el aporte debe continuar, no por lo manifestado en los considerandos sino porque el Decreto 6/2025 solo deroga el artículo que crea el fondo y no los subsiguientes, entre los cuales se encuentra el relacionado con el importe de inversión. No deroga el SU como tal.

Este debate jurídico quedó saldado cuando el Enacom aclaró, a través de la Resolución 3/2025, que se mantiene el aporte por parte de los licenciatarios. Además, explicita que deberán seguir realizándolo en la misma cuenta que lo hacían hasta el momento, "según la forma y mecanismo utilizados al presente".