El camino al laissez-faire que recorrió la Argentina en el primer año de Milei

La agenda de telecomunicaciones del gobierno argentino enfrentó cinco temas en simultáneo: la cuestión satelital, la "batalla cultural", intervención del ente regulador (Enacom), liberalización del mercado de telecomunicaciones y el plan nuclear que apunta a alimentar las necesidades de energía de data centers de IA.

A comienzos de diciembre de 2024 se cumplió un año de la designación de Guillermo Ferraro como ministro de Infraestructura, punto de partida de una gestión para el sector TIC que atravesó numerosos cambios -tanto de funcionarios como de enfoques- a lo largo de doce meses.

En el balance se advierten cinco batallas conducidas desde lo alto por la triada Javier Milei-Santiago Caputo (asesor)-Karina Milei (secretaria de Presidencia), y en lo concreto, por el Enacom encabezado por Juan Martin Ozores, y la Secretaria de Innovación, Ciencia y Tecnología, por Darío Genua. Estas afrentas se encararon a la par de -o más allá de, según el caso- la metamorfosis de organigramas y designación de funcionarios que aún no termina, teniendo en cuenta que la nueva estructura del Enacom no se publicó oficialmente.

Apertura satelital. Si se ahonda en estas batallas cronológicamente, la primera en librarse se concentra en el espacio satelital y la "apertura de cielos" tan pregonada por el mismo Milei y en sintonía con su acercamiento a Elon Musk. El Anuario de las Comunicaciones 2023 de Convergencia ya notó que el disruptivo DNU 70 (artículo 34) de La Libertad Avanza (LLA) fue promocionado "para la tribuna", como garante de que Starlink fuese una realidad en Argentina, cuando ya contaba con licencia desde 2020 y su inicio de operaciones había quedado entrampado en coordinaciones con Arsat y el intríngulis entre organismos del sector TIC del gobierno anterior.

Las autorizaciones a Starlink, OneWeb y Amazon Kuiper se oficializaron finalmente en febrero de 2024 y un mes más tarde se disponibilizaron las primeras ofertas del servicio de SpaceX, generando un cimbronazo entre los prestadores de Internet. Para septiembre de 2024, los accesos de Starlink en la Argentina rondaban los 40.000.

A lo largo del 2024 se avanzó en términos de regulación para el sector satelital en dos sentidos: con la atribución de la banda de 2 GHz al Servicio Móvil por Satélite con categoría primaria; y de la banda E (71-76 GHz -Espacio-Tierra- y 81-86 GHz -Tierra-Espacio-) para el Servicio Fijo por Satélite (SFS) con categoría primaria.

Sin embargo, el Reglamento Satelital quedó entre las publicaciones postergadas para 2025, aunque desde Enacom sostienen que está listo para su salida a la luz.

Motosierra cultural. El discurso de Milei en la apertura de sesiones del Congreso del 1 de marzo sentó las bases de la batalla cultural libertaria, al colocar a Télam en el centro de la escena y anticipar su cierre inminente.

La agencia de noticias estatal se convirtió a partir de allí en un símbolo de la motosierra ideológica, y de la privatización de empresas del Estado anunciada como bandera insignia: tras la intervención de Télam, Radio y Televisión Argentina, Educ.ar y Contenidos Públicos, en julio se modificó su denominación a Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima Unipersonal (APE S.A.U).

Estos cambios en los papeles se dieron en paralelo a un ida y vuelta interno en el manejo de medios públicos. En el primer organigrama de la era Milei quedaron bajo la órbita de la Secretaría de Comunicación y Prensa e integraron además el listado de empresas y entes del sector público nacional dependientes de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado. A través del Decreto 644/2024, de julio, fueron traspasados a Vocería.

Justamente, el área de Comunicación del Gobierno fue una de las áreas que más transformaciones sufrió a lo largo del primer año de gestión, con recambios de nombres, rangos y organigramas. Por empezar, se anotó la primera renuncia fuerte de la era Milei, cuando el 9 de enero Belén Stettler dejó su cargo de Secretaria de Comunicación y Prensa para que Eduardo Serenellini ocupara su lugar.

En la estructura original del Gobierno, la Secretaría de Comunicación y Prensa quedó bajo la órbita de Presidencia. Contaba con las subsecretarías de Prensa de la Presidencia de la Nación, de Comunicación Pública, de Contenidos de Difusión y de Vocería Presidencial. Este último cargo fue ocupado desde el comienzo de la gestión por Manuel Adorni, uno de los más beneficiados con las modificaciones en rangos.

En febrero de 2024, y a través del Decreto 111/2024 de la Administración Pública Nacional, Karina Milei comenzó a tener mayor injerencia en la comunicación estatal. Se encargaron a la Secretaría General de la Presidencia 24 objetivos ligados a publicidad oficial, vocería presidencial, elaboración de contenidos de redes sociales, entre muchos otros antes atribuidos a la Secretaría de Comunicación y Prensa. En ese mismo acto, la Secretaría General absorbió la Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno, mientras que la Secretaría de Prensa quedó bajo el cargo de una sola subsecretaría: la de Prensa de Presidencia.

Luego, Adorni adquirió rango y jerarquía de Secretario de Estado a través del Decreto 323/2024 de la Secretaría General. En julio, recibió los medios públicos a su cartera. Un mes más tarde, se creó la Secretaría de Comunicación y Medios bajo la órbita de Presidencia, que absorbió la Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno.

A la par de estos cambios el Gobierno de Milei reafirmó la apuesta a la comunicación digital que ya había probado como exitosa durante la campaña presidencial, echando mano de trolls y campañas en redes, especialmente destinadas al público joven. De todas maneras, aunque la opinión pública es manejada por Milei desde las redes sociales y es su principal canal, se aseguró también una estrategia con los medios tradicionales, al menos los del Estado.

Intervencion y desmalezaje. La motosierra en el sector TIC se encendió desde el Enacom. El ente fue intervenido a fin de enero de 2024, y vivió dos etapas: los primeros seis meses, marcados por la auditoria y los primeros desmalezajes; y una segunda mitad de 2024, con un único interventor, tras la salida de Patricia Roldán y Alejandro Pereyra, lo que resultó en una línea directa y sin obstáculos en términos de decisiones desde la triada Milei-Caputo-Milei hacia Ozores y Genua.

Una de las acciones clave de la fase inicial se tomó a fines de marzo, cuando se dejaron sin efecto 29 resoluciones ligadas a ANRs (aportes no reembolsables) no ejecutados y decisiones de la última reunión de directorio del Enacom antes del ingreso de Milei a la Presidencia, de noviembre de 2023, que había avanzado con la aprobación de más de 350 expedientes.

Este fue el puntapié inicial de la investigación sobre el destino de fondos de ANRs que condujo a meses de acusaciones cruzadas, reclamos por incumplimientos de parte de los beneficiados y operaciones de prensa ligadas a discrecionalidad en la asignación de estas asignaciones. Capítulo aún sin final certero, al cierre de esta edición, incluso con la disolución del FFSU decretada a inicios de enero de 2025.

El Enacom tampoco fue la excepción en la tendencia de recortes en dependencias del Estado. El regulador contrajo su planta laboral, con una reducción de 800 personas, y el cierre operativo de las delegaciones provinciales a partir del 1 de abril de 2024. Esta última medida, que afectó a 26 delegaciones, generó un ahorro de $6.600 millones.

Quitar el peso del pie estatal. A inicios de abril de 2024, el Gobierno de Milei se hizo eco del principal reclamo del sector TIC con la derogación del DNU 690, la "herencia" más pesada del mandato de Alberto Fernández.

En esa instancia del año, las decisiones para el sector TIC estaban en manos de Alejandro Cosentino como Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnologia. Al poco tiempo, hacia fines de abril, Héctor Huici se sumó como subsecretario de Comunicaciones y Conectividad.

Ambos funcionarios presentaron los principales ejes de gestión en el Internet Day 2024, a mediados de mayo, y la industria celebró que finalmente, a seis meses de iniciado el Gobierno, surgían ciertas certezas. En ese evento se reafirmó la apuesta satelital y se pusieron otras cartas sobre la mesa: revisión del Fondo Fiduciario del Servicio Universal, simplificación regulatoria y una reducción de la presión tributaria. Todo en pos de "quitar el peso del pie del Estado sobre la industria", como resumiera en esa ocasión Cosentino. Sin embargo, aunque estos ejes persistieron, los voceros no lo hicieron. Pocas semanas después de la presentación en sociedad de mediados de mayo, la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete -reemplazado por Guillermo Francos- se vio seguida de una revisión de los funcionarios iniciales del gobierno de Milei, y el sector TIC no escapó al vendaval.

A mediados de junio, Genua fue nombrado en reemplazo de Cosentino, y Huici finalmente pasó al ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. Luego de este último recambio, las novedades en términos regulatorios se hicieron esperar hasta noviembre, cuando se impuso el silencio positivo para 40 tramites del Enacom; y con el comienzo de 2025 se avanzó con otro de los interrogantes para la industria, con la disolución del FFSU (al cierre de esta edición aún es incierta su puesta en marcha y los mecanismos a seguir, dado que los licenciatarios deben seguir aportando).

El sueño de un hub de IA. Al cumplir su primer año de mandato, Milei enarboló su más reciente bandera: la inteligencia artificial. Zanjada la entrada en escena de Starlink en el mercado local, el próximo gran objetivo, tomado personalmente por el Presidente, está en transformar a la Patagonia en terreno fértil para la instalación de centros de datos, nutridos con energía nuclear. Así lo dejo en claro en la Primera Semana de IA, celebrada a inicios de diciembre, y lo repitió en cadena nacional una semana mas tarde durante el discurso por el aniversario de la asunción.

"Tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad. No por nada somos el país con más unicornios tecnológicos per cápita de la región. Estos tres factores combinados forman una tormenta perfecta para atraer inversiones de altísimo grado en IA. Que nadie se sorprenda si la Argentina se convierte en el próximo hub del mundo. De hecho, no es casualidad que las mayores empresas del mundo estén evaluando proyectos en el país", definió Milei.

El Plan Nuclear Argentino está en ciernes al cierre de esta edición, a cargo de Demian Reidel, jefe del Consejo de Asesores del Presidente.
Resta por ver si se conocerá en detalle antes de finalizado el "verano nuclear", anticipado por este funcionario en el ocaso de 2024.

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