Lo afirmó Lucas Samyn, ingeniero de Aplicaciones Southern Cone de la firma, en su presentación en el evento de esta semana en Córdoba, en conjunto con Communication Partner. Agregó que actualmente se presentan dos desafíos: el cuello de botella sobre cómo trabajar y el nuevo estándar de velocidad dentro del Data Center, que es de 800 gigabits.

Sobre el futuro de la conectividad de los centros de datos, Samyn explicó que se empiezan a incorporar cables de Ribbon, que resuelven cuestiones en cuanto a densidad y cantidad de hilos de fibra en el mismo diámetro que un cable convencional multitubo y la fibra Hollow Core, que se encuentra en fase de testeo y en la que la transmisión de la luz se hace por un núcleo de aire, lo que promete mejorar la latencia.