La industria de centros de datos de Argentina (ver radiografía del segmento en página 2) está en vías de transformación por una agenda de trabajo asociada a la inteligencia artificial. En esta ruta hacia adelante urge ocuparse de tres aspectos: equipamiento para sostener nuevas cargas de trabajo y mayor consumo de potencia; rediseño de los modelos de negocio de cara al cliente; y fortalecimiento del centro de datos en sí mismo, en particular en términos de eficiencia energética (teniendo en cuenta que la IA triplica el consumo de energía en estos establecimientos). Estas aristas son abordadas en mayor o menor medida por compañías con Data Centers como Core, así como telcos del mercado nacional.

Según distingue Ascenty (empresa con 34 unidades en operación o en construcción en Brasil, México, Chile y Colombia), en términos de diseño y construcción la presión de IA sobre los centros datos se traduce en otras tres cuestiones. En primer lugar, demanda infraestructura proyectada para soportar cargas de trabajo masivas de IA, componentes especializados como clusters de GPUs, lo que implica inversiones en un costo total de propiedad (TCO) más elevado. A esto se suma una densidad de energía que puede llegar hasta 150 kilovatios por rack (dependiendo del tipo de Data Center, ver gráfico), y soluciones de enfriamiento como líquido avanzado e inmersión térmica para disipar el calor en ambientes de alto consumo (ver página 9).

Mientras tanto, los grandes proveedores de nube pública siguen prefiriendo otras latitudes para sus centros de datos Core, con opciones de menor envergadura para territorio argentino.